Nuestros abanicos están hechos en Valencia, cuna de esta tradición tan nuestra. Allí, donde la artesanía sigue viva en cada taller, se elaboran con esmero y respeto por un oficio que se transmite de generación en generación.
Cada abanico está realizado a mano en madera seleccionada, lijada y ensamblada con precisión, para después ser pintado a mano con motivos florales, geométricos o clásicos, según el estilo. El resultado: una pieza única, llena de carácter, matices y belleza, que refleja el alma de quien lo lleva y el arte de quien lo crea.
Más que un simple complemento, nuestros abanicos son pequeñas obras de arte funcionales, pensadas para acompañarte en los días más calurosos con frescura, elegancia y un toque muy personal. Se abren con gracia y estilo, añadiendo movimiento, gesto y distinción a tu presencia.
En Belmar, creemos que hay objetos que van más allá de la moda. Que guardan historia, identidad y belleza. Y nuestros abanicos son, sin duda, uno de ellos.